Matilde Revuelta Tubino

Museóloga

 

   Nace en Villadiego, provincia de Burgos, tierra pobre y austera, pero con grandes valores. Hija de un médico rural que ha de enviar a sus hipos fuera en busca de un porvenir, lo cual en ningún modo significará desarraigo.

Los años de bachillerato transcurren en Burgos y coinciden, en parte, con la guerra. La Licenciatura en Historia la cursa en Valladolid y en la Complutense de Madrid. Es el año 1944.

      Diez años tendrá que esperar a que se convoquen las primeras oposiciones al Cuerpo de Archiveros ,Bibliotecarios y Arqueólogos, que las gana. En esta larga espera se hace Maestra e ingresará en el Magisterio, en León. Sin embargo, con la meta puesta en el Cuerpo de Museos, pide la excedencia para preparar a fondo la oposición.

      El prime destino es el Museo Arqueológico de León y en los tres años que allí permanece tendrá que hacerse cargo, sucesivamente y por ausencia de los compañeros, de la Biblioteca Pública, del Centro Coordinador de Bibliotecas, de la Biblioteca de la Facultad de Veterinaria y del Archivo de la Delegación de Hacienda.

      Motivos de orden familiar la obligan a pedir la vacante del Museo Arqueológico de Toledo, al frente del cual ha permanecido treinta años. Este traslado no supuso descanso. Aquel trabajo disperso habría de concentrarse en un solo Centro: el Museo de Santa Cruz, a partir del 1961, que ha ampliado su espacio con el crucero para alojar los depósitos de la Iglesia. A los dos años ha de poner en funcionamiento el Taller del Moro, y antes de terminar este año 1963 surge la compra de la colección de cerámica de Ruiz de Luna, que ha de hacerse accesible al público, aunque precariamente, hasta que después de incontables trabajos se encuentre un edificio digno. En el 1967 ha de prestar su atención a la etnología manchega al tener que hacerse cargo de la Casa de Dulcinea en el Toboso. No mucho después vuelven las ampliaciones en Toledo. Así en el 1969 se abre

Al público el Palacio de Fuensalida. Dos años después de inaugura el Museo de los Concilios en la recién restaurada Iglesia de San Román, y por último, en el 1975, comienza su andadura el Museo de Arte Contemporáneo en la Casa de las Cadenas.

      El tener a punto día a día este Centro múltiple exige una dedicación que resta tiempo para la investigación, que ha de reducirse al servicio de los estudiosos y del propio Museo. De ahí las tres ediciones de la guía de Santa Cruz, las dos del Taller del Moro y del Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda y el folleto del Palacio de Fuensalida. El mismo carácter tiene el catálogo del Museo Ruiz de Luna de próxima aparición y los artículos de revistas incluyendo los discursos preceptivos de la Academia de Toledo, cuya temática siempre se refiere a las colecciones del Museo.

      Relacionado con el mismo trabajo profesional fue Vocal, durante diecisiete años de la Comisión de Defensa del Patrimonio Artístico de Toledo en representación de la Dirección General de Bellas Artes.

Vocal, también de la Permanente y del Pleno del Patronato Nacional de Museos, y Vocal del Patronato del Museo del Pueblo Español de Madrid.

Es Académica de Número de la Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, y Correspondiente de la de San Fernando.

Es miembro del Instituto Provincial de Investigación y Estudios Toledanos.