RAINER MARIA   RILKE            13 Noviembre 1912

 

Y las rejas, las rejas: si,

de no haber estado aquí,

se pasaría uno la vida diciendo rejas, rejas

como una oveja,

sin imaginarse con ello nada real.

Pero ahora lo puede uno saber,

de una vez para siempre,

y lo ve hasta en sueños . . .